
En el mundo laboral está a la orden del día cometer errores. Tanto la figura del empresario, del superior o del empleado se ven envueltos en situaciones que no estaban previstas. El trabajo del empleado está supervisado por un superior por lo que, lo más común, es observar los errores del contratado. Cuando una persona se equivoca de forma involuntaria hay que comunicarle su descuido o lapso con un solo objetivo: incidir en el error para que no se vuelva a producir.
El objetivo no puede ser conseguido de cualquier manera. La persona encargada de comunicar el fallo debe ver al otro como un igual. En NeoEmpleo te facilitamos una serie de consejos a la hora de comunicar un error a la persona responsable.
El primero de los consejos es no hacerlo públicamente. Comunicar el error al empleado en privado no dejará en evidencia al susodicho y aumentará la confianza entre ambas partes.
El superior encargado de mostrar el fallo debe constatarlo. Es imprescindible poder mostrar al trabajador donde está el descuido. El único objetivo es enmendar el error y que el propio empleado caiga en él para no volver a repetirlo.
Detrás de cada consecuencia hay una causa. La escasa formación del empleado, la poca seguridad o el estrés pueden estar detrás de la mala praxis. Pero quizá el descuido sea empresarial y eso haya desencadenado en el error.
La comunicación en una empresa es clave para el desarrollo de la actividad. Una buena comunicación no te asegura ningún éxito, pero un mal uso de ello puede, casi seguro, impedirte alcanzarlo.